Hernan Fernandez-Barriales Lopez (34 años) comenzó a investigar la historia de uno de sus bisabuelos y decidió crear una herramienta para facilitar a otras personas el complicado proceso para encontrar documentación sobre familiares víctimas de la represión franquista.
ARMH-.
Tras la presentación de un libro dos personas conversan en un bar. Están intercambiando información acerca de lo que les ocurrió a sus familias tras el golpe de Estado del 18 de julio de 1936. Una de ellas ha recuperado los restos de su abuelo de una fosa y ha investigado lo que le ocurrió. La otra apenas sabe, su familia no ha contado nada, pero siempre ha sospechado que no es una simple desgana de hablar de esos años; piensa que le están ocultando algo. La que sabe pide el nombre de ese abuelo cuya vida es un misterio para su nieta. Coge el teléfono móvil, entra en la web buscar.combatientes.es, teclea el nombre y los apellidos y siente emoción cuando dice: “Tiene un juicio sumarísimo en el archivo del Tribunal Militar Territorial número 1 de Madrid y dos fichas en el Centro Documental de la Memoria Histórica de Salamanca”.
Domingo López Blanco |
Las familias de represaliados por la dictadura franquista suelen tener un largo camino para encontrar documentos y certezas. Ahora cuentan con una web que les orienta en esa búsqueda, un portal que aglutina 5.000.000 de referencias y es la puerta de entrada, para mucha gente, en el conocimiento de qué les ocurrió a sus antepasados.
¿Cómo arranca ese proyecto que no nace de un experto informático en manejo de bases de datos?Desde pequeño en mi
familia se contaba un poco con la voz baja, no se hablaba mucho de ello, que a
mi bisabuelo Domingo “lo había fusilado Franco”. Eso es lo que yo escuchaba de
niño y me imaginaba a Franco directamente matando a mi bisabuelo. Era algo que
se contaba en familia pero nadie se atrevía a hablar de ello con otra
gente. Siempre fue así un poco como un misterio, pero he tenido la suerte
de haber conocido a mi bisabuela (su mujer), y a mi abuela (su hija) y que
ella me contara que fue fusilado en 1941, en Mérida, después de un juicio
sumarísimo y que está en una fosa del cementerio de Mérida… pero no tenemos mucha
esperanza de recuperar sus restos porque parece que han construido nichos
encima.
Tengo mucha relación con mi
abuela Isabel (la hija de Domingo), con la que hablo casi todos los días. Tenía
diez años cuando asesinaron a su padre y recuerda algunas cosas. Esa parte de
mi familia es de Valdecaballeros.
La verdad es que siempre había
esa sensación de que mi bisabuelo habría hecho algo malo, porque la gente no se
atrevía a hablar de ello. Pero en 2017 me puse a investigar sobre la familia en
general, no en especial sobre la guerra, pero claro, es un punto muy importante
en nuestra historia reciente y me dio por intentar averiguar más cosas sobre mi
bisabuelo. Y gracias a esto pudimos darnos cuenta de que no solo no había
nada de lo que avergonzarse, si no que su actuación tanto antes como durante la
guerra merecía reconocimiento, y que su trágico final fue tan injusto como el
de tantísimas otras personas que no quisieron apoyar el golpe de estado
franquista. En la recuperación de su
historia jugasteis un papel muy importante Natalia Lemos (de combatientes.es) y
la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica. Entre los dos,
respondiendo a las preguntas que os hice, me orientasteis y pude consultar la
documentación a su nombre que existía en el Archivo General e Histórico de
Defensa, en el Centro Documental de la Memoria Histórica, escribí a
instituciones penitenciarias, rellené el formulario del grupo de trabajo de la
ONU e hice varias consultas siguiendo vuestros consejos y vuestra experiencia.
En el momento en que empecé a leer un poco me quedé impresionado y decidí seguir investigando no solo directamente sobre mis abuelos, sino mucha otra gente de la familia, que no se sabía, pero que también habían sufrido las consecuencias de la represión. Por ejemplo, el padre de mi bisabuelo estuvo en la cárcel un año, con 65 años, acusado de hacer guardia con armas. En el expediente del juicio este reconocía haber estado una vez a la puerta del pueblo con una garrota, pero eso era todo. O la espeluznante historia de 5 chicos de entre 18 y 30 años de la misma localidad de Valdecaballeros, quienes en febrero de 1941 fueron acusados de robar dos cabras de un cortijo cercano, responsabilizándoles de ayudar a los “huidos de la sierra”, y fueron fusilados tan solo tres meses después en Castuera.
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En el Instituto tuvimos
la clásica asignatura de historia en la que nunca había tiempo para pasar de
1920. Así que cuando empecé a leer sobre el tema me enganché y cuando intenté
averiguar más sobre cómo afectó a mi familia me topé con todos los problemas
que se encuentra todo el mundo; es muy difícil acceder a los datos aun estando estos
disponibles. Así está diseñado el sistema, para que se quede la mitad de la
gente por el camino y tiren la toalla.
Entonces seguí investigando
por mi cuenta la historia de mi familia y en el año 2020 hice un curso online de
ciencia de datos. Era un curso de
iniciación, impartido por IBM de forma remota. De una forma muy básica,
introducía algunas de las herramientas de código abierto, como Python y SQL, y
demostraba como podían utilizarse para infinidad de proyectos relacionados con
el tratamiento de datos. Esa es mi única formación como “informático”.
Tenía que hacer un trabajo práctico y decidí extraer los datos del Tribunal
Militar Territorial 1º, creando un buscador muy sencillo, que además agrupase los
registros de forma que salieran juntas todas las personas juzgadas en el mismo
procedimiento. Le conté lo que estaba haciendo a Natalia Lemos y me ofreció
usar su servidor donde ya tenía la página de Combatientes.es. Desde entonces
colaboramos de esta forma, y poco a poco voy mejorando la interfaz del buscador
y añadiendo datos.
¿Y ahora te ayuda gente o
eres un lobo estepario?
Un poco lobo sí, en lo
que es la web en sí soy yo el único que mantiene el código de la base de datos.
Pero también hay mucha gente ayudando a ampliar la base de datos a través de la
indexación de documentos inéditos. Es un proyecto que empezamos en junio del
año pasado, y que consiste en recoger fuentes que están disponibles online pero
no están indexadas (o sea, que para dar con ellas hay que ir leyendo los
registros uno a uno, no se pueden buscar automáticamente). Nos conocimos a
través de un grupo de Facebook que se llama “Buscando Desaparecidos de la Guerra Civil española”. En el había alguna
gente que utilizaba el buscador y me preguntaba cómo podía ayudar. Entonces les
expliqué que tenía un montón de documentos que había ido encontrando y que no
estaban indexados. Podían ser miles de páginas con nombres y lo que había que
hacer era meterlos en una base de datos, uno por uno. Así que gracias a un
grupo de unas veinte personas hemos indexado unos 250.000 nuevos registros en
un año. Me gustaría reconocer su ayuda mencionando sus nombres, ya que de forma
totalmente desinteresada y con una impresionante ética de trabajo han hecho
posible que un gran número de documentos se encuentren disponibles para
familiares e investigadores. Ellos son; Rosbita Fernández, Esteban Garrido,
Álvaro González, Pili Italiani, Elena Lafuente, Pilar Revert, Jesús Romea,
Francisco Saban, Ester Salto, Shanti Vega, Aurora Vergara, Agustín, Alberto,
Begoña, Carlos, Leticia, Maribel, Natalia, Pedro y Savina.
¿Cómo trabajáis, digo
tenéis una red habláis juntos en algún momento o tú repartes trabajo?
Tenemos un grupo de
Messenger y desde ahí nos ponemos de acuerdo en que documentos vamos a
trabajar, cuando hay alguien nuevo le explicamos cómo funciona el proceso de
indexación… Luego tenemos un listado con todos los documentos que hemos ido
encontrando y que están pendientes de indexar. Cuando uno tiene tiempo libre
indica de qué documento se hace cargo, para que no se duplique el trabajo, y se
pone manos a la obra. Cada documento tiene un código y en todo momento sabemos
quién está trabajando con él. Antes de colgar listados nuevos en el
buscador hago una última revisión, leyendo línea por línea, confirmando nombres
y corrigiendo alguna errata. No soy un experto en la materia, ni mucho menos,
pero es tan sencillo como tener un excel con la información separada por nombre
y apellidos, lugar de procedencia, y cualquier dato extra que pueda resultar de
interés para la investigación, y luego eso lo subes a una base de datos que
está online. Digamos como si fuera un excel al que se puede acceder desde
cualquier punto. Y luego eso lo tienes que convertir en algo que sea más o
menos agradable a la vista, pero es básicamente un excel porque detrás hay
listados, listados y listados. Eso es sí, ahora mismo es un listado con 5
millones de filas.
Hernan Fernandez-Barriales Lopez |
Digamos que sorprende que
no haya hecho esto algún organismo oficial, porque muchos de esos datos ya los
tiene el Estado; muchos son de sus bases de datos. Incluso algunos de los
buscadores de administraciones públicas tienen errores. Por ejemplo, hay uno
sobre las pensiones que se daban desde el Ejército de la República a
desaparecidos o muertos en combate. Cuando metes un nombre en el buscador solo
te devuelve el resultado si escribes el primer apellido, el segundo y el nombre,
con una coma separando los apellidos y el nombre, y con un espacio antes y otro
después de la coma. Es decir, tiene que ser escrito de esa forma súper
específica para arrojar resultados, y así mucha gente no consigue acceder a algo
que sí que está disponible online. Tampoco es comprensible que las
instituciones tengan los buscadores tan segregados y en vez de agruparlos haya
20 buscadores oficiales y que cada uno funcione por su cuenta. Y no es por
falta de interés de la gente, porque buscar.combatientes.es está recibiendo
unas 3000 visitas únicas diarias.
Si tienes una
planificación por delante, ¿de dónde estáis recogiendo datos ahora mismo?
Fundamentalmente a través
de Google y de recomendaciones de gente que utiliza el buscador y dice que tal
o tal listado está disponible. También de bases de datos que cuando tengo
tiempo voy mirando. Otro lote lo tenemos identificado en el BOE, donde hay
listados de penados puestos en libertad condicional. Ya hemos transcrito los
nombres de todas las personas que obtuvieron la libertad condicional entre 1940
y 1941. Es un trabajo pesado porque se trata de ir transcribiendo nombres línea
a línea, y ahora mismo debemos tener 65.000 referencias del BOE en el
buscador. Vamos apuntando nombre y apellidos y luego llevamos a cabo una
revisión porque siempre puede haber errores de transcripción. Luego hay otro
tipo de listados que son más fáciles de copiar y pegar con una pequeña revisión.
Y estamos siempre abiertos a nuevas fuentes que nos digan o que encontremos.
En la web tenéis un
formulario de contacto. ¿Qué tipo de cosas os escriben?
Estoy sorprendido
gratamente porque no he recibido ningún correo de los que me esperaba, de gente
que no le gusta mucho que la gente averigüe sobre sus familias. Pero sí recibo
unos cinco mensajes diarios preguntando por información sobre cómo acceder a
los documentos, o solicitando algunos documentos que tengo yo en un archivo
personal. Es lamentable la falta de información digitalizada. El Tribunal
Militar Territorial nº 1 tiene digitalizado aproximadamente el 1% de los procedimientos
sumarísimos, en la Biblioteca Virtual de Defensa. Son unos 3.000 de los aproximadamente
300.000 que tienen en el archivo, y que aportan una información valiosísima a
familiares de represaliados de las comunidades de Madrid, Extremadura, Castilla
la Mancha, Comunidad Valenciana y Murcia.
¿Y cómo imaginas el
futuro del buscador?
Ahora porque no tengo
demasiadas obligaciones puedo dedicarle tiempo, pero poco a poco me imagino que
tendré menos posibilidades de echarle horas. Entonces estoy intentando mejorar
el buscador tanto como me sea posible, para que cuando me falte el tiempo siga
funcionando y ayude a cuanta más gente mejor.
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BIOGRAFÍA DE DOMINGO LÓPEZ BLANCO
Nació en Valdecaballeros (Badajoz) el
20 de diciembre de 1904, hijo de Elías López Barrero y Fidela Blanco Chamero.
Era el segundo de 5 hermanos. Conoció a su futura mujer, Francisca Parralejo
Leal, al trabajar ambos en casa del juez municipal. Tuvieron tres hijos, Martín
(1928), Isabel (1931) y Juan Antonio (1936).
Al comenzar la guerra, Domingo formó parte del Comité de Defensa de la
República, de la Sociedad Obrera Socialista “La Agricultora”, y de la Casa del
Pueblo. El 8 de febrero de 1937 se disuelve el Comité y pasa a integrar el
Consejo Municipal como Vicepresidente segundo. En los primeros meses de la
guerra, las tropas franquistas toman casi la totalidad de Extremadura, siendo
Valdecaballeros una de las pocas poblaciones que se mantuvieron en poder
republicano. Los pueblos vecinos de Cañamero y Guadalupe pasan a manos
franquistas, por lo que se establece un frente en las afueras de la localidad.
En mayo de 1938, la quinta de Domingo es llamada a filas, encuadrándose
este en la compañía de zapadores de la 46 Brigada Mixta (comandada por el
muralista mexicano David Alfaro Siqueiros). Hasta la finalización de la guerra,
esta brigada pasará por el Puente del Arzobispo, el Puerto de San Vicente, y
Navahermosa. Valdecaballeros será tomada por los franquistas el 13 de agosto de
1938, lo que resultará en el encarcelamiento de un gran número de habitantes
del pueblo que habían decidido no seguir las órdenes de evacuación. Entre los
encarcelados se encuentran la mujer de Domingo (junto a su hijo menor de tan
solo 2 años de edad), quienes pasarán alrededor de un año en diversas cárceles.
Domingo se entrega a la Guardia Civil de la vecina localidad de
Castilblanco (Badajoz) el 31 de marzo de 1939. Después de un mes en la cárcel
municipal, donde pudo ser visitado por su hija Isabel en varias ocasiones, es
enviado al Campo de Concentración de Castuera junto a su hermano Antonio. Ambos
serán enviados en Octubre al Batallón de Trabajadores 169, en Navarra. Tras
pasar el invierno en la Prisión Provincial de Pamplona, se les envía de vuelta
a la Prisión de Badajoz el 5 de marzo de 1940, donde se le seguirá
procedimiento sumarísimo, por el cual es condenado a muerte. De nada sirven los
testimonios de gente de derechas de Valdecaballeros que afirman que Domingo
intercedió a su favor durante la guerra. Es fusilado en las tapias del
cementerio de Mérida en la madrugada del 10 de julio de 1941, dejando a su
mujer viuda a los 33 años, y a sus tres hijos huérfanos a los 5, 10 y 13 años
de edad.